Una guía básica de lo que es y no es el autismo, con el psicólogo experto en neurodiversidad, Ernesto Reaño
Por Iris Torrejón
Este 2 de abril se conmemora el día de la concientización del autismo. Una fecha más donde la comunidad autista espera no ser descifrada, sino comprendida y, por sobre todo, incluída.
El autismo no es más que una manera distinta de ver la vida, una neurodivergencia que nos permite enriquecer nuestro intelectualismo. El autismo no amerita compasión, sino visibilización e inclusión. Este 2023, la ONU ha marcado un hito al incluir a voces autistas en la conmemoración de este día y titular a la fecha de este año como la «Tranformacion hacia un mundo neuroinclusivo para todos».
«Se trata de generar conciencia, respetar y aceptar el autismo. Es un día en el cual se nos invita a reflexionar sobre lo que estamos haciendo o deberíamos hacer», dice el especialista Ernesto Reaño.
Sin embargo, antes de la inclusión es necesario la comprensión y para ello se amerita conocer más sobre este diagnóstico. Por ello, el psicólogo Ernesto Reaño desmiente 5 mitos sobre el autismo.
#1: El autismo es una enfermedad
No, el autismo no es ninguna enfermedad, por ello no podemos hablar de que exista alguna cura. Tampoco es un trastorno porque esto remite a la idea de una desviación. Es decir, que tiene que existir un camino normal en la configuración cerebral de todas las personas y que el autismo sería una desviación de ese. El autismo es una configuración cerebral diferente. Ni mejor ni peor. Un tipo de cerebro que está mucho más preparado para sistematizar infomación. Es una condición de vida, una forma de neurodesarrollo atípico o es también, como se le suele llamar comúnmente dentro de la comunidad autista, neurotipo de solución a una forma neurológica específica.
La idea de la ONU en el Día Mundial del Autismo es apuntar hacia la neuroinclusión. Es decir, la idea de que el mundo necesita diferentes tipos de cerebros, diferentes tipos de mentes. Así, aceptar que cuando no nos cerramos a la idea de la diversidad, nos enriquecemos. Pensar que hay un cerebro «normal» es como pensar que existe una raza superior a otra o un género menor que otro, y tiene las mismas consecuencias de exclusión que puede tener el racismo y el machismo
#2: Los autistas se identifican con el color azul y los rompecabezas
No. Tradicionalmente, el autismo ha estado en manos de grupos de padres, cuidadores, empresas, etc. Ellos han ido creando una serie de símbolos.
El rompecabezas = El autismo como enigma.
El color azul = Predominancia de hombres autistas.
El rompecabezas no es un buen símbolo porque no son un enigma, ni tampoco una pieza, son personas. Tampoco se acepta el azul, dado que sugería una predominancia del autismo en hombres. Lo cual, ya ha sido desmentido.
Los representa el color oro, por su símbolo químico que es «Au» y luego sale «Au»tismo. Así también el color rojo para contrarrestar el azul. Además, el infinito de la neurodiversidad con colores del arcoíris .
#3: ¿Existen niveles en el autismo?
No. Desde un punto de vista diagnóstico, se habla de que el autismo tiene 3 niveles. El nivel 3 y el nivel 2 requieren apoyo muy notable y el nivel 1 ya no requiere apoyo. Esto, da la idea de que hay una forma mejor de ser autista, o una forma preferible de serlo. Una idea incorrecta.
Lo que se debe hacer es centrarnos en el apoyo que requiere cada persona. Puede haber un «autista leve», y como se cree que «es leve» pues no le doy los apoyos que sí requieren y a la larga puedo ir generando, ansiedad, depresión, y creando un problema mucho más grande en aquello que se creía tenue. Además, es importante tener en cuenta que el autismo es una discapacidad y como toda discapacidad necesita de determinado tipo de apoyo.
Ahora bien, es preciso recalcar que la discapacidad no está en la persona sino en el entorno que la rodea. Si yo tengo dificultades para caminar, se transformará en una discapacidad si no tengo una silla de ruedas, ya que usándola puedo vencer algunos obstáculos y barreras. Más que una idea de un autismo severo, leve o por niveles, se trata de cuáles son las necesidades de la persona. Los niveles son más etiquetas funcionales. Con ellas pretendemos decir que «es muy funcional» o que el leve funciona mejor que el severo. Las personas no funcionan. Las personas requieren determinado tipo de apoyo.
#4: El autismo solo se presenta en niños
No. El autismo es algo que se da a lo largo del ciclo vital, hay niños autistas que luego serán adolescentes autistas, más tarde, adultos autistas, y finalmente, ancianos autistas. Sin embargo, para la sociedad es más facil hablar solo del niño autista porque frente al adulto autista, se deben comprometer a dar una educación superior adecuada, una educacion técnica adecuada, empleo adecuado, vivienda, cuidados, etc. Para la sociedad, a veces es mejor ya no hablar del adulto autista. Sin embargo, existen y merecen ser incluidos y respetados.
Existe también la invalidación que sufren muchos adultos autistas que han recibido un diagnóstico de autismo con frases como «no pareces autista», que se basan en el estereotipo de que hubiese una sola forma de serlo. Por otro lado, están los diagnósticos tardíos como el caso de Anthony Hopkins, quien recibió su diagnóstico a los 80 años.
#5: Los autistas tienen habilidades especiales
No. Las personas autistas tienen una gran capacidad de hiperfocalización: cuando un tema les interesa se focalizan en eso, procesan en detalle, encuentran patrones y tienen muy buena memoria asociada a sus intereses. Por ello, siempre van a ser muy talentosos en aquello que les gusta. Sin embargo, no todos los genios son autistas y no todos los autistas son genios. Hay autistas genios sí, pero no todos. Además, pensar en estas habilidades especiales de los autistas, es una manera de fascinación y romantización del autismo que tiende a perder de vista que existe una discapacidad y amerita ser apoyada.
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