Ambos purpurados prestaron juramento en la Capilla Sixtina antes de iniciar el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco. La nacionalidad peruana de Prevost ha despertado interés en nuestro país, donde hasta hace poco no era ampliamente conocido.
Por Redacción COSAS
El cónclave para elegir al próximo Papa ya comenzó en la Capilla Sixtina, y Perú tiene, por primera vez en su historia reciente, a dos cardenales con derecho a voto. Se trata de Carlos Castillo, arzobispo de Lima, y de Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos y ciudadano peruano desde 2015. Su participación ha causado sorpresa entre muchos fieles peruanos, ya que Prevost, nacido en Estados Unidos, no había estado en el radar mediático como figura local.
El nombre de Prevost, además, ha ganado fuerza entre los llamados «papables» por su cercanía al fallecido Papa Francisco y por ocupar un cargo de alto rango en la curia romana. Su vínculo con el país, sin embargo, es profundo: vivió más de una década en el Perú, fue obispo de Chiclayo y mantiene su Documento Nacional de Identidad (DNI) vigente, según el Reniec.
Por su parte, el cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, conocido por su trayectoria pastoral en Lima y por su cercanía a los sectores populares, también forma parte de este cónclave histórico. Fue creado cardenal en diciembre de 2024, pocos meses antes del fallecimiento del Papa Francisco.

Monseñor Carlos Castillo es Cardenal desde diciembre del 2024. Es el actual Arzobispo de Lima.
Ambos cardenales participaron este miércoles en la solemne ceremonia de juramento previa al encierro del cónclave. Los 133 electores ingresaron en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, donde uno a uno colocaron su mano sobre los Evangelios y juraron —en latín— cumplir las normas del cónclave y mantener el más estricto secreto sobre las deliberaciones.
La fórmula del juramento, establecida en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, compromete a los cardenales a votar en conciencia, sin presiones externas, y a proteger la confidencialidad de todo lo que ocurra durante la elección. También se comprometen a que, si son elegidos, ejercerán fielmente el ministerio de sucesor de Pedro.
El momento del juramento del cardenal Carlos Castillo fue transmitido por la señal internacional. “Y yo, Carlos, cardenal Castillo, prometo, me obligo y lo juro. Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”, pronunció, como todos los presentes, en latín.

Cardenal Robert Prevost en su última visita al Perú, en 2023. Estuvo en Chiclayo, ciudad de la que fue Obispo. En la imagen, la venerada Cruz de Motupe.
Un proceso reservado y decisivo
Tras la juramentación, el maestro de celebraciones litúrgicas, monseñor Diego Ravelli, cerró las puertas con el tradicional “Extra omnes” (fuera todos), dando inicio a la elección más reservada del mundo. Desde hoy se realizan hasta cuatro votaciones diarias hasta alcanzar un consenso de al menos dos tercios.
Si no hay resultado, se queman las papeletas y el humo que sale de la chimenea es negro. Cuando se elige al nuevo pontífice, el humo es blanco y se anuncia al mundo con el célebre “Habemus Papam”.
¿Quiénes son los cardenales peruanos?
Carlos Castillo es sociólogo, discípulo de Gustavo Gutiérrez, y ha sido una figura relevante en la pastoral universitaria del país. Fue nombrado arzobispo de Lima en 2019, en reemplazo de Juan Luis Cipriani, marcando un cambio de rumbo en la Iglesia peruana.
Robert Prevost, por su parte, nació en Chicago en 1955 y llegó al Perú en 1985 como misionero agustino. Fue obispo de Chiclayo durante varios años y en 2023 fue creado cardenal por el Papa Francisco. En Roma, hoy dirige uno de los dicasterios más importantes del Vaticano.
Mientras la Iglesia entra en días decisivos, en la Plaza de San Pedro miles de fieles aguardan expectantes el humo blanco. Y en el Perú, la atención crece ante la posibilidad inédita de que un cardenal con nacionalidad peruana pueda convertirse en el próximo Papa.
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