La administración de Joe Biden espera que sus ciudadanos puedan recibir vacunas de refuerzo, a medida que la variante delta avanza en territorio norteamericano.
Por Redacción COSAS
Estados Unidos comenzaría una nueva estrategia en el control de la pandemia. En medio del avance de la agresiva variante delta, la administración de Joe Biden planea anunciar que los estadounidenses vacunados deben recibir un refuerzo de COVID-19 ocho meses después de su última dosis, según un informe de The New York Times.
El medio norteamericano informó este lunes que se está desarrollando un plan para administrar terceras inyecciones a partir de septiembre y están esperando la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos antes de anunciar la decisión.
Las autoridades esperan que los estadounidenses que recibieron las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna se inoculen por tercera vez.
Del mismo modo, aquellos que recibieron la vacuna Johnson & Johnson necesitarán una inyección adicional, luego de que este laboratorio esté realizando un ensayo clínico de dos dosis cuyos resultados estarán disponibles a finales de este mes.
Proceso de vacunación
Tal y como se llevó a cabo con la primera aplicación de la vacuna en diciembre de 2020, se espera que los residentes de hogares de ancianos, los trabajadores de la salud y de emergencia reciban primero la tercera dosis.
Luego, se planea continuar con adultos mayores e ir avanzando por grupos etarios hasta alcanzar a toda la población.
El anuncio de la aplicación de una tercera dosis, se da cuando, después de una prometedora caída en casos COVID, mostrada a mediados de junio, el país vuelve a ver un pico de contagiados.
Opiniones encontradas
Como se recuerda, la Administración de Medicamentos y Alimentos y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades insistieron inicialmente en que los estadounidenses no necesitaban una vacuna de refuerzo en una declaración conjunta en julio.
Sin embargo, dejaron abierta la posibilidad de una futura aplicación pues dijeron que estaban trabajando en un «proceso riguroso basado en la ciencia para considerar si un refuerzo podría ser necesario o cuándo».
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud se muestra en contra de que países comiencen a implementar un programa de vacunación de refuerzo, mientras existan otros que aun no pueden vacunar a sus poblaciones con la primera dosis.
«Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su gente de la variante Delta, pero no podemos, y no debemos, aceptar que los países que ya han utilizado la mayor parte del suministro mundial de vacunas utilicen incluso más, mientras que las personas más vulnerables del mundo siguen sin protección», dijo el director general de la OMS.