En pocos días, nuestros hijos cambiarán los trajes de baño por el uniforme escolar y los juegos en el parque por las famosas tareas del colegio. Personalmente, siempre me ha perturbado esa actividad: al llegar de una agotadora jornada laboral, solo quiero abrazar y besar a mis hijos y no cambiar ese momento por el de las tareas escolares. ¿Qué me funciona para hacerlo más llevadero?
Por: Rocío Oyanguren Silva / Blog Yo Madre
Con mis dos hijos, Mikela de 10 y Matteo de 8 años, he experimentado la carga de tareas que se dejan de un día para el otro y que los mantiene despiertos hasta tarde. Esa es la parte de mayor estrés para los padres, ya que no todos los niños responden de la misma forma ante una tarea.
Casi siempre terminamos renegando y lanzando frases como “No te paras si no terminas”, “tienes que volver a hacerlo”, etc. Felizmente, esto podría terminar muy pronto, ya que la Organización Mundial de la Salud y la ONU están haciendo gestiones para eliminar la excesiva carga a la que están sometidos los niños después del colegio.
En mi opinión, esta es una gran noticia: diversos estudios han revelado que los niños entienden mejor cuando los trabajos se realizan dentro de las aulas de clase y que las tareas crean antipatía ante la enseñanza. Sin embargo, como aún no podemos ir en contra el sistema, tenemos que convertir las tareas en un momento agradable y sin estrés. Aquí hay algunas recomendaciones.
1. Calcula el tiempo:
Ni bien tus hijos lleguen del colegio, revisa cuáles son las tareas que tienen para el día siguiente. Si tú no estás, es importante que le des esa responsabilidad a otra persona. La idea es que puedas tener en mente cuánto tiempo necesitarán para terminar sus deberes.
2. Prepara el espacio:
La tarea se debe realizar en un lugar sin distracciones. Es decir, alejados del televisor, la radio, y los celulares.
3. Dales un break:
Lo ideal es que tu niño tenga pequeños breaks de 15 minutos por cada hora de estudio.
4. Premia su esfuerzo:
Cada vez que hagan un buen trabajo, motiva a tus hijos con un halago, un abrazo o un premio: por ejemplo, después de 10 stickers pueden ir a comer un helado, etc. Además, cuando reciba una buena anotación en sus tareas, ponlo en un lugar visible para que toda la familia lo vea. ¡Eso anima a los niños!
5. Organiza una visita:
De vez en cuando, de preferencia un viernes, invita a uno de sus compañeros para hacer las tareas en casa: los niños trabajan mucho mejor cuando lo hacen en equipo y eso genera una sana competencia.