Kourtney Kardashian y Travis Barker se casaron por tercera vez este domingo en Portofino, en una ceremonia que congregó a todo el clan Kardashian – Jenner.

Por Arianna Gonzáles

Hace tres días, Kourtney Kardashian y Travis Barker llegaron a Portofino, una localidad costera italiana para darse el “sí, acepto” por tercera vez, luego de que se juraran amor eterno en Las Vegas, frente a un imitador de Elvis, para después casarse oficialmente el pasado domingo 15, en Santa Bárbara, la ciudad californiana en la que se comprometieron.

Sin embargo, a diferencia de las dos primeras bodas, esta última ha contado con un número mayor de invitados, entre los que ha resaltado la presencia de todo el clan Kardashian Jenner.

Uno de los elementos más esperados de la boda era el vestido de novia con el que la mayor de las Kardashian caminaría hacia el altar puesto que se esperaba que, gracias al estilo que Kourtney adoptó desde que sale con Travis, este rompa las reglas de lo tradicional en cuanto a atuendos nupciales.

Los vestidos de Kourtney Kardashian

Desde su llegada a Italia, Kourtney Kardashian, al igual que su pareja y el resto de su familia, se dejó ver con looks de Dolce & Gabanna, firma italiana con la que la ahora señora Barker firmó un acuerdo para el diseño de sus vestidos de novia.

El primero, con el que caminó hacia el altar fue un diseño corto, en forma de corset, que según lo indicado en un comunicado de la casa de moda, está inspirado “en las figuras icónicas de la lencería italiana y la dolce vita”.

Sin embargo, lo que más resaltó fue el gran velo que acompañaba el vestido. Bordado a mano, de tul y con aplicaciones de encaje floral inspirado en los jardines de Portofino, el velo poseía una imagen de la Virgen María, acompañada de la frase, «Respeto a la lealtad familiar», en honor al diseño que tiene tatuado Travis en la cabeza.

Kourtney Kardashian

Este vestido fue complementado con guantes de tul blancos y unos zapatos de tacón de encaje a tono.

Travis, por su parte, optó por un clásico smoking negro, hecho a su medida, cuya chaqueta fue trabajada a mano siguiendo “estrictamente todos los pasajes de la tradición sartorial italiana”.

El segundo vestido

Kourtney Kardashian

Luego de la ceremonia, la pareja se dirigió al Castello Brown, la casa-museo que han alquilado por una semana, para disfrutar de una fiesta que sus seguidores pudieron disfrutar de cerca gracias a las historias de Alabama, la hija de Travis Barker.

Ahí, la novia cambió su vestido por uno lencero de similar diseño que el primero pero en color negro, que acompañó con unos guantes de encaje y medias a tono.

En las historias de Alabama, se pudo apreciar a los recién casados bailando con sus invitados y a Travis arrodillándose para quitarle la liga a Kourtney, una tradicional costumbre en las bodas.

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