En el polémico libro Unnatural Causes, que ya está a la venta en Amazon, el médico forense Richard Shepherd esboza una teoría sobre la fatídica muerte de Lady Di, que conmocionó al mundo en 1997. 

El 31 de agosto de 1997, una muerte cambió la historia de la realeza británica. Tras sufrir un accidente de tránsito en el Puente del Almá, en París, la vida de Lady Di se vio interrumpida a los 36 años. Ese día, la eterna «princesa del pueblo» falleció junto a su pareja, el multimillonario egipcio Dodi Al-Fayed.

La muerte de Diana de Gales trajo un sinfín de historias detrás, ya que para algunas personas existía la posibilidad de que su accidente hubiera sido fruto de una conspiración.

Dodi Al-Fayed y Lady Di se conocieron en 1997. Ese mismo año, ambos fallecieron.

Incluso, el padre de Dodi Al Fayed, el magnate egipcio Mohamed al Fayed, inició una batalla legal para comprobar las causas reales del accidente.

En 2008, se cerró el caso, concluyendo que el choque automovilístico se había producido porque el conductor (Henri Paul) aceleró demasiado rápido para huir de los paparazzis y porque también había ingerido bebidas alcohólicas. 

La polémica regresa

El libro «Unnatural Causes» ya se puede adquirir vía Amazon.

Este domingo, el diario británico Daily Mail publicó un extracto del libro del prestigioso doctor Richard Shepherd, quien revisó las pruebas de la muerte de Diana de Gales en 2004. La publicación trae de regreso el caso que conmocionó al mundo en 1997.

Según Shepherd, la muerte de Lady Di fue muy diferente a la del resto de pasajeros. Con el choque, Diana se precipitó adelante del vehículo, pero sufrió menos heridas. «De hecho, solo se rompió unos pocos huesos y sufrió una herida pequeña en el pecho», explica el especialista.

Richard Shepherd

En su testimonio, el médico asegura que la herida de Diana es una de las más raras que ha visto en su trayectoria. «Tanto que no creo que haya visto otra igual en toda mi carrera. Era muy pequeña, pero estaba en el peor sitio», confiesa en su publicación. 

Shepherd expresa que, de haberse puesto el cinturón de seguridad, Lady Di habría sobrevivido. Cabe recordar que el guardaespaldas Trevor Rees-Jones fue el único sobreviviente y la única persona con cinturón de seguridad en el vehículo. 

«Habría estado sujeta. Seguramente habría aparecido un par de días después en público con un ojo amoratado, con dificultades para respirar de alguna costilla fracturada o con un brazo en cabestrillo», escribe el experto.