¡Suenan las campanas de boda! Con la llegada del prometido de la princesa Mako a Japón, se espera que la boda se realiza antes del final del año.
Por Daniella Bejarano
La boda de la princesa Mako está cada vez más cerca y la llegada de su novio, Kei Komuro a Japón, luego de dos años en Estados Unidos, lo confirma.
Según The Japan Times, el prometido de la sobrina del emperador Naruhito, aterrizó en tierras japonesas para iniciar los preparativos para un enlace nupcial con Mako.
El llamativo look de Kei
El novio de la princesa sorprendió a la prensa con una nueva imagen: el pelo más largo y recogido en una coleta, hecho sumamente criticado por sectores de la sociedad japonesa, pues se aleja del conservadurismo de la institución a la que todavía pertenece su prometida.
Cabe resaltar que el prometido de la princesa Mako reside actualmente en Estados Unidos y se ha graduado en la Escuela de Derecho de la Fordham University de New York, con un título de Juris Doctor, el pasado mes de mayo.
Además, Komuro deberá cumplir con los 14 días de cuarentena impuesto por el gobierno japonés como parte del protocolo sanitario de prevención contra la COVID-19.
Como se recuerda, la última vez que se pudo ver a Kei en público, fue en el 2017 durante la rueda de prensa que se dio para anunciar el compromiso.
La boda
Las nupcias de Mako serán de todo, menos tradicional. La polémica suscitada por los problemas económicos de la familia del novio, han provocado modificaciones en los planes futuros de la pareja, pero también en la organización de los festejos que no contarán con algunos de los ritos ancestrales de la Familia Imperial.
Todo parece indicar que no se celebrará el Nosai no Gi, ceremonia de compromiso oficial en la que los allegados de los novios intercambian obsequios; ni tampoco el Kokki no Gi, jornada en la que se anuncia la fecha oficial de la boda y en donde los contrayentes de reúnen con el emperador y la emperatriz.
Renuncia a la dote
Como se recuerda, Mako ha renunciado a la dote de 150 millones de yenes (aproximadamente 1.15 millones de euros) que se otorga a las mujeres de la Familia Imperial que abandonan la Casa Real tras casarse.
El gobierno japonés aceptó la solicitud de la hija del heredero al trono imperial, el príncipe Akishino, quien además tiene previsto mudarse a Estados Unidos, concretamente a la Gran Manzana, donde su prometido vive desde hace dos años y ejercerá pronto como abogado.
Cabe resaltar que en la cultura japonesa, el matrimonio de una princesa con un plebeyo conlleva a su desvinculación de la Familia Imperial, por lo que Mako además perderá su título y posición después de la boda.
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