Tras cinco años juntos, la conductora de televisión Magaly Medina y el notario Alfredo Zambrano se casaron en una ceremonia que convocó a más de quinientos invitados, entre artistas, políticos, empresarios y periodistas. Durante la noche, las sorpresas no se hicieron esperar.
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Fotos de Verónica Pflucker
Nadie se lo esperaba. Apenas terminó la ceremonia civil, presidida por Juan Carlos Zurek, alcalde de La Molina, Alfredo le dedicó una canción a Magaly. Y la cantó él mismo. “A mí siempre me gustó esa canción, pero le decía que solo me la cantara si algún día nos casábamos. Y lo hizo”, recuerda Magaly. Es que para ella, “Hasta mi final”, de Il Divo, representa una gran promesa de amor. Pero ese no fue el único momento emotivo que presenciaron los más de quinientos invitados a la celebración. Magaly y Alfredo se prepararon para que su primer baile como esposos fuera memorable. “Aunque solo tuvimos tres clases de coreografía, algo pudimos hacer con ‘Abrázame muy fuerte’”, cuenta, entre risas, Magaly. El tema fue interpretado por Gabriel Caudillo, imitador mexicano de Juan Gabriel y amigo cercano de Alfredo.
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Un matrimonio inspirado en las cuatro estaciones
“Nos sentimos bastante agradecidos con todos”, comenta Magaly, quien se casó con un vestido strapless con pedrería de color marfil. “Quisimos ambientar la ceremonia con una transición de las cuatro estaciones”, explica Carlos Andrés Luna, productor de la boda. Mientras los invitados esperaban el inicio de la misma, unas proyecciones acompañaron el ambiente y simularon el invierno. Cuando ingresaron las damas de honor y los testigos, estas cambiaron a otoño; luego, mientras Alfredo caminaba hacia el altar, a primavera; y cuando la novia ingresó, finalmente a verano. “Magaly estuvo superemocionada, tanto es así que, aunque al principio dijo que no iba a hablar, terminó agradeciendo a todos los que estábamos presentes”.
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La fiesta del año
Luego de la ceremonia, los invitados pasaron al ambiente de la fiesta. El catering estuvo a cargo de Marisa Guiulfo y Felipe Ossio, y las mesas estuvieron decoradas con arreglos de orquídeas blancas y candelabros de plata. A las dos de la mañana, con la tradicional “hora loca”, llegó la gran sorpresa: apareció el grupo argentino de cumbia Ráfaga para que todos se levantaran de sus asientos al ritmo de “Una cerveza”. El ambiente fue tan festivo que Magaly y Alfredo subieron al escenario para bailar y tomarse varias fotografías.
Entre arreglos de flores que descendían del techo, esculturas de hielo, una torta de cinco pisos y máscaras venecianas, los novios y
sus allegados disfrutaron, hasta las seis de la mañana, de uno de los días más especiales de sus vidas.