Es raro e inexplicable, y por eso es difícil de encasillar. Enterarse que Gary Oldman acumula una sola nominación a los Oscar parece una mala broma. Pero es cierto. El británico, responsable de la creación de personajes tan excéntricos como intimidantes, ha sido ignorado más de una vez por la Academia. Por eso, en el día de su cumpleaños, le rendimos tributo a través de sus mejores trabajos para demostrar que, al hablar de actores camaleónicos, él debe ser el primero en la lista. 

Sirus Black, en la saga de Harry Potter

Tuvo su primera aparición en la que es considerada la mejor película de la saga. En El prisionero de Azkaban, Oldman agarró a un personaje rodeado de expectativas y, como siempre, entregó una versión única a la que nadie le encontró un pero. Su visión del padrino de Harry es una de las cosas más mágicas de la franquicia.

Dracula, en Dracula

Para representar a uno de los personajes de ficción más populares del mundo hacía falta alguien como él. En la película dirigida por Francis Ford Coppola, Oldman se aproxima a su personaje con cuidado para poder entregarnos, sin exageraciones ni demasiados manierismos, a un individuo tan amenazante como seductor. 

General Jean-Baptiste Emmanuel Zurg, en El quinto elemento

En este distópico film dirigido por Luc Besson, Gary Oldman encarna a uno de sus personajes más memorables. Con un look extravagante (y un inolvidable peinado asimétrico), interpreta a un hombre que personifica la crueldad. El resultado, como suele suceder con él, es cinematográficamente sublime.