Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, la activista medioambiental Greta Thunberg  y la voz de cientos de miles de mujeres que han salido a marchar en los últimos años, hacen eco de una tendencia social importante: un activismo femenino, interseccional y joven. Recordamos la entrevista que tuvimos con Ana Estrada a raíz del fallo del Poder Judicial a su favor. 

Por Rebeca Vaisman Fotos Paula Virreira

ANA ESTRADA COSAS

“Después de tres años buscando información acerca de la muerte digna en internet, pidiendo ayuda a amigos abogados, contándoles mi deseo a personas que pensé que me podían ayudar, y agotando todas las posibilidades de manera secreta y solitaria, un día, casi instintiva y urgentemente, tuve la necesidad de publicar en un blog todo lo que estaba viviendo”.

Así empezó «Ana Busca la Muerte Digna», un espacio que le permitió escribir no solo acerca de su enfermedad y de su estadía en UCI, sino también de cómo fue reapropiándose de su cuerpo a partir de ese momento. Ana sufre de polimiositis, una enfermedad muscular crónica y degenerativa.

«Quedaron muchos pendientes en mi vida que ya no pude realizar», admite. Sin embargo, una gran misión esperaba por ella. «La muerte digna debe ser un derecho, porque cada persona debería poder elegir sobre toda su vida y mucho más en el último momento de esta.»

Desde que fue diagnosticada, evitó pensar en el futuro en términos de objetivos o metas, porque una parte suya sabía que seguiría enfermando. Sin embargo, hasta 2015 había logrado muchas cosas a pesar de estar usando silla de ruedas: se había graduado como psicóloga, área en la que trabajaba; era independiente, vivía en su espacio propio. Entonces, la polimiositis recrudeció y hoy Ana necesita cuidado permanente.

«Es el derecho a la libertad de elección sobre el cuerpo, según nuestra historia, creencias y circunstancias», explica sobre la consigna de su blog y de sus días. «No se trata solo de ponerle fin al dolor y al sufrimiento, sino que va más allá: es parte de la ética ciudadana que se sustenta en los derechos humanos y constitucionales, tales como la autonomía, la libertad y la dignidad. De ahí que el derecho a la muerte digna sea también una defensa por la vida en todas sus instancias».

Ana E.

El 25 de febrero del 2021, el Poder Judicial ordenó al Ministerio de Salud y a Essalud respetar la decisión de Ana de poner fin a su vida a través de la eutanasia.

“Ser activista por mi derecho a la muerte digna es mi nueva identidad”, asegura. “Me define como nada lo ha hecho antes. Me motiva. Me da vida. Ha tomado cada célula de mi cuerpo y mi mente. Encontré mi propósito en la vida. Considero que ser activista de una causa es todo eso”.

Ana escribe cliqueando cada letra en el teclado táctil de la pantalla con un mouse conectado a su tablet: lo hace con la fuerza que aún mantiene en su mano derecha. Antes de la traqueotomía, usaba el comando de voz para dictarle a la computadora. Incluso Microsoft se comunicó con ella y le regalaron un comando para escribir con la vista.

Styling: Alexa Carcausto
Make up: Adrián Rey
Peinado: Winie Calvay
Agradecimientos:
H&M, Camille de Fago, Arto, Annaiss Yucra, Balkanica, GARUA