El restaurante Maido, dirigido por el chef Mitsuharu Tsumura, alcanzó el primer lugar en la edición 2025 del ranking The World’s 50 Best Restaurants, consagrándose como referente absoluto de la cocina nikkei a nivel global
Por: Luis Martín Alzamora*
Anoche, en una ceremonia cargada de emoción, celebrada en la histórica ciudad de Turín, Italia, la cocina peruana volvió a ocupar el centro del mundo. En la edición 2025 de The World’s 50 Best Restaurants, la escena limeña fue protagonista absoluta: Maido, el restaurante nikkei de Mitsuharu Tsumura, se alzó con el primer puesto como el mejor restaurante del mundo, marcando un suceso histórico para nuestra cocina. Pero no estuvo solo: Kjolle de Pía León, Mérito de Juan Luis Martínez, Mayta de Jaime Pesaque y Mil de Virgilio Martínez y Pía León también fueron reconocidos en distintos puestos, reafirmando la fuerza, diversidad y madurez de Perú como un gran destino culinario.

Maido, el restaurante de Micha Tsumura, se corona como el mejor del mundo tras alcanzar el primer puesto en The World’s 50 Best Restaurants 2025.
Maido
Cuando Mitsuharu Tsumura, conocido como Micha subió al escenario, el lugar estalló. Fue más que una ovación. Fue una alegría compartida. Abrazos, lágrimas y la sensación de bandera peruana en alto, Maido, el tan querido restaurante que recién cumplió 15 años y viene hilando con sensibilidad nuestra adorada comida nikkei, logró lo que parecía un sueño largamente postergado: ser el número uno del mundo.
Micha construyó una propuesta única, en el que el respeto por la técnica y la materia prima se combina con una identidad profundamente peruana. No es casual que el nombre del restaurante signifique “bienvenido” en japonés. Maido no solo da la bienvenida a sus clientes: los abraza, los guía y los emociona.
Su carta es ese relato armonioso que va del mar a los Andes y del Japón a la Amazonía. Es una narrativa construida con años de trabajo, creatividad e identidad. Desde el icónico nigiri de toro con erizo hasta su potente ramen. Maido ha sabido reinventarse seguido sin perder coherencia.
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Con este premio, Micha se convierte en el segundo cocinero peruano en alcanzar la cima del ranking, luego de Virgilio Martínez con Central en 2023 y convierte a Lima en la segunda ciudad del mundo en tener a dos ganadores de la prestigiosa lista, compartiendo este honor con Copenhague, Dinamarca. Bravo Maido, muy merecido.
Kjolle
Ubicado en la misma propiedad que Central, en Barranco, es un restaurante que ha sabido encontrar su identidad lejos de las comparaciones. Desde su apertura en 2018, Pía León, ganadora en 2021 del premio a la mejor chef del mundo, ha buscado contar una historia más libre. Kjolle nos muestra el Perú, de forma profundamente creativa, a través de su cocina.
El nombre del restaurante viene de una planta andina de flores amarillas que crece en condiciones extremas y el espacio también acompaña esa idea: hermosas y amplias mesas de piedra y madera, cada pieza de vajilla es una obra de arte, y una atmósfera que respira calma. Todo en Kjolle parece estar puesto para que la experiencia no solo sea gastronómica, sino emocional.
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Este año, Kjolle confirmó el gran momento que vive y el gran futuro que le espera, alcanzando el puesto número 9 de la lista, su mejor ubicación hasta la fecha, consolidándose como una propuesta muy sólida, donde se trabaja el producto y el territorio. El menú juega con formas, texturas y colores, como en su emblemática tarta de tubérculos que hace poco cambió totalmente la presentación, pero manteniendo su misma esencia y sabor.
Mérito
Desde una pequeña cocina en el corazón de Barranco, logró posicionarse como uno de los restaurantes más originales y disruptivos de América Latina. Fundado por el venezolano Juan Luis Martínez, Mérito ocupa hoy el puesto 26 del mundo, un ascenso meteórico que confirma la potencia de su propuesta.
Mérito es un lugar sin etiquetas, donde las fronteras se desvanecen. Aquí, un olluco puede convivir con unas arepas, y un cangrejo con papa seca pueden un bocado de pura felicidad. Hay un trabajo profundo en cada sabor, pero también una actitud lúdica, divertida y provocadora.
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La cocina de Juan Luis no busca seguir una tradición, sino construir una nueva. Y lo hace con una tacto preciso contemporáneo que conecta con un público que busca algo más: como honestidad, narrativas y riesgo. Sin duda, Mérito será un “one to watch” en las próximas ediciones y no dudamos que su ascenso en esta lista es toda una realidad.
Mayta
Ya consolidado como uno de los referentes de la cocina de autor en Lima, Mayta alcanzó este año el puesto 39, reafirmando la solidez del trabajo de Jaime Pesaque. Quien ha venido perfeccionando una línea de cocina que toma lo mejor del producto peruano y lo presenta con una mirada contemporánea, sin caer en excesos.
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El menú de Mayta explora la vasta geografía peruana, como nuestra desértica costa, las alturas de la cordillera, la exótica Amazonía, y saca lo mejor de ingredientes como la oca, el cacao, el paiche o ajíes. Pesaque no busca sorprender desde la extravagancia, sino desde la profundidad del sabor y el equilibrio.
Su cocina se ha vuelto más madura, más refinada. Y su inclusión recurrente en los rankings internacionales no hace sino confirmar que Mayta es hoy uno de los pilares de la nueva cocina peruana y que tenemos un sorprendente Mayta para rato.
Mil
Ubicado a más de 3,600 metros sobre el nivel del mar, entre las terrazas circulares de Moray y el silencio del Valle Sagrado, logró una mención en la lista extendida en el puesto 75. Mil además de un restaurante, es un laboratorio de territorio, un espacio de encuentro entre la cocina, la ciencia y la sabiduría ancestral.
Mil es un proyecto de Virgilio Martínez y Pía León, con mucha intervención de Mater Iniciativa, el equipo interdisciplinario que encabeza Malena Martínez y que ha sido clave en redefinir la relación entre cocina e investigación en el Perú. Además es liderado con mucho tino por Luis Valderrama, quien ha sabido plasmar la esencia de su majestuoso terruño en una propuesta coherente y bien lograda. A diferencia de sus restaurantes hermanos en Central y Kjolle, Mil no trabaja con ingredientes de diferentes regiones. Su campo de acción está limitado, a propósito, a los ecosistemas de altura que rodean Moray. Lo que se sirve en Mil proviene de ese mágico lugar y de las diferentes comunidades aledañas.
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Arquitectónicamente, el restaurante se integra al paisaje con sobriedad. Estructuras de adobe, ventanales abiertos al imponente cielo andino, mesas de madera sin mantel. Donde se confirma que el lujo no es la ostentación, sino el buen gusto. Una belleza que se manifiesta en los detalles, en la luz que cambia durante el día, en el ritmo pausado del servicio. Mil no busca aplausos. Busca preguntas e invita a reflexionar sobre el rol de la cocina en el territorio que habita.
Un país que cocina desde el corazón
Lo que ocurrió anoche en Turín no fue un accidente ni un golpe de suerte. Es el resultado de años de trabajo, de cocineros y equipos que han hecho de la cocina un espacio de identidad, de comunicación, de belleza. Que Maido se corone como el mejor restaurante del mundo es un motivo de orgullo nacional. Pero que Kjolle, Mérito, Mayta y Mil lo acompañen en la lista, cada uno con su propia voz, es una señal aún más poderosa: el Perú no es solo una cocina. Es muchas cocinas, muchos relatos, muchas formas de mirar nuestro país.
Y mientras en las redes sociales se multiplicaban las felicitaciones, una idea quedó clara: el Perú sigue siendo uno de los grandes motores creativos de la gastronomía mundial. Y su historia, lejos de terminar, recién está comenzando. ¡Qué orgullo y qué felicidad poder decir nuevamente todos juntos: Arriba Perú!
(*) Blogger de Papea Perú y columnista de gastronomía en COSAS.
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