Se dice que de la crisis surgen oportunidades, y en el Perú se ha demostrado una y otra vez que los momentos más retadores son también los que convocan un espíritu solidario que nos caracteriza. A continuación, algunas iniciativas sociales impulsadas por asociaciones sin fines de lucro dignas de apoyar en la lucha contra el coronavirus.

Por Redacción COSAS

Misión Huascarán es una asociación sin fines de lucro que desde el año 2015 ayuda a la población en riesgo alrededor del nevado que lleva el mismo nombre, en Huaraz, a mejorar su calidad de vida de manera sostenida y a futuro, en alianza con los padres de Pro Ecclesia Sancta. Ante la crisis causada por la propagación del coronavirus, lejos de frenar sus labores humanitarias, Misión Huascarán se ha sumado a los esfuerzos por proteger a los efectivos policiales y el personal médico, donando mascarillas y otros insumos para su protección. “En este difícil periodo que nos toca afrontar, el profesionalismo y el sacrificio de tantos servidores de la sociedad nos permite comprender el concepto de humanidad y el valor del bien común en contrasentido al personal”, reflexiona Marco Ríos, gerente general de la institución.

A la fecha, Misión Huascarán ha llegado a nueve comisarías de Lima y ha entregado más de 1250 mascarillas KN95, entre otros implementos de bioseguridad como alcohol en gel y guantes de nitrilo. Su expectativa es triplicar esta ayuda en el corto plazo. Asimismo, la institución desarrolla una campaña de recaudación de fondos para apoyar al personal de salud de los hospitales nacionales, un trabajo en alianza con la asociación Médicos Solidarios. En las últimas semanas, Misión Huascarán también ha estado trabajando incansablemente en la recolección y la distribución de alimentos entre los más necesitados. Asimismo, no olvidan a su querida Mancos, a más de 3000 m.s.n.m., tierra donde surgió su labor. Allí han llevado canastas con víveres para adultos mayores en extrema pobreza, además de llegar a las zonas en necesidad.

Asociaciones sin fines de lucro coronavirus Misión Huascarán

Este año, Misión Huascarán busca afianzar nuevos espacios de interacción. Ante la posibilidad de otros periodos de confinamiento, encontrarán nuevas formas para hacer llegar su ayuda.

La salud es primero

Otra reconocida organización benéfica es la Fundación para el Desarrollo Solidario – Fundades, que viene trabajando hace más de treinta años en el Perú con el objetivo de mejorar la calidad de vida de grupos vulnerables, especialmente de personas con discapacidad, a través de la promoción y la ejecución de actividades y proyectos sociales relacionados con la salud, la niñez en abandono, la educación y el trabajo. En el marco de la pandemia, ha presentado una propuesta para implementar un programa de ayuda social que se realizará gracias a la Fundación DKV Integralia, una organización creada en 1999 por DKV Seguros España, para facilitar la integración social y laboral de las personas con discapacidad.

Se trata de la app Quiero Cuidarme Más, desarrollada e implementada por Fundación DKV Integralia en España a raíz de la pandemia del COVID-19, y cuya finalidad es que los médicos voluntarios puedan hacer consultas telemáticas y brindar atención médica por esta vía. La iniciativa busca descongestionar los hospitales y las clínicas que se ven en este momento colapsados por el brote del coronavirus. Fundades ha presentado esta propuesta a la Municipalidad de Lima para que esté a cargo de la implementación, gestión y liderazgo del proyecto. Además de los médicos voluntarios de Sisol Salud, se busca que médicos internistas y de familia se hagan voluntarios, así como los médicos de las principales empresas de seguros médicos, entre otras.

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A través de Fundades, la Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Lima está ya en coordinaciones con DKV España, que ha desarrollado un aplicativo de atención médica.

Al igual que Misión Huascarán y Fundades, la Fundación OLI es otra de las instituciones benéficas que se han sumado en la lucha contra el coronavirus. Esta plataforma solidaria está enfocada en organizar proyectos que canalizan recursos y esfuerzos humanos para ayudar a las personas que más lo necesitan en los rubros de salud, cultura y educación, medio ambiente, empoderamiento y reducción de pobreza. En la actualidad, trabajan con más de 50 organizaciones sin fines de lucro y más de 20 proyectos sociales, a los que respaldan y gracias a los que tienen un amplio radio de acción.

Frente a la coyuntura, Fundación OLI ha activado su campaña “Juntos desde casa”, con la que busca recaudar fondos que serán destinados a la compra de kits completos de protección biológica. Con esto, buscan cubrir necesidades identificadas en el cuerpo médico en hospitales de Lima Metropolitana y el interior del país. “Esta iniciativa nace con el único objetivo de proteger a quienes nos protegen, nuestro personal sanitario”, dice Katja Montagne, directora general de la fundación, y agrega: “Ellos están haciendo el mayor de los esfuerzos; sin embargo, no es suficiente el apoyo que reciben. Es ahí donde nos sumamos nosotros, las organizaciones civiles sin fines de lucro, quienes tenemos la capacidad de actuar rápidamente y acompañar la labor que vienen realizando”. 

Asociaciones sin fines de lucro coronavirus Oli

Tal y como señala Katja Montagne, directora general de Fundación OLI, “son estos momentos de emergencia mundial lo que nos permiten estar presentes. No podemos ser ajenos ante la necesidad de nuestro país”.

A diferencia de campañas anteriores, en esta ocasión no tienen las facilidades que brinda el contacto físico a su labor, sino que dependen únicamente del contacto virtual, lo que demanda otro nivel de organización pero demuestra la responsabilidad y empatía que caracteriza su trabajo. En la primera fase de “Juntos desde casa”, OLI entregó 5000 kits de protección personal a la Red Rebagliati y 5000 kits al Minsa, a través de Cenares (Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud). En su próxima etapa, se espera la entrega de 30 mil kits de protección personal a través de la red de hospitales del Minsa y EsSalud para Lima y provincias, según solicitudes validadas por el comité de médicos asesores de la fundación.

Donaciones que alimentan

Banco de Alimentos surgió como respuesta ante los 3,1 millones de peruanos que ya sufrían de inseguridad alimentaria antes del COVID-19, y también frente al conocimiento de que el 33% de los alimentos que se produce en el país se desecha. Solo eso podría alimentar a 2 millones de peruanos. Y hoy, más que antes, se necesita aprovechar cada recurso para garantizar la alimentación de la población. La asociación sin fines de lucro, que es parte de la red internacional The Global FoodBanking Network, que está en 31 países, trabaja como intermediario entre empresas de alimentos y organizaciones benéficas. Recupera alimentos sin valor comercial para distribuirlos a personas que los necesitan.

Asociaciones sin fines de lucro coronavirus banco de alimentos

Entre 2014 y el 2019, más de 200 mil personas y 218 organizaciones benéficas han sido atendidas por Banco de Alimentos. El valor de los alimentos rescatados llega casi a 50 millones de soles.

Apelan a alianzas con supermercados, fabricantes de alimentos, empresas pesqueras, mercados de productores y otros distribuidores, y los alimentos recuperados los distribuyen a través de organizaciones sociales e instituciones de confianza, como colegios, asilos, albergues, comedores populares, entre otros. Desde que empezó la emergencia, Banco de Alimentos ha llegado a 165 mil personas y 279 organizaciones benéficas atendidas.

Juguete Pendiente nace en 2013 como una asociación civil sin fines de lucro que se dedica al diseño, la gestión y la ejecución de proyectos sociales para comunidades que se encuentran dentro de alguna situación de riesgo. Su método de trabajo se desarrolla a través de alianzas que movilizan e intercambian conocimientos, especialización, tecnología y recursos financieros. La asociación organiza distintos programas: voluntariado hospitalario, empoderamiento de dirigentes y actividades comunitarias, y el programa de ayuda humanitaria, que brinda primeros y segundos auxilios en caso de emergencias y desastres naturales.

Ante la emergencia sanitaria, casi de inmediato lanzó la campaña “Juntos nos hacemos cargo”, que se describe como “un movimiento solidario que ha reunido a diversas organizaciones de la sociedad civil, sector privado y gobierno con el fin de juntos articular la ayuda de la mejor manera”. Esta campaña trabaja con comisiones internas y especializadas para lidiar eficientemente con la recaudación de donaciones, la investigación de las necesidades en comunidades específicas y la implementación del voluntariado digital.

Asociaciones sin fines de lucro coronavirus Jueguete Pendiente

La campaña “Juntos nos hacemos cargo” de Juguete Pendiente ha reunido a diversas organizaciones de la sociedad civil, del sector privado y del gobierno. Además, se ha enfocado en implementar el voluntariado digital.

Hasta el momento, se ha apoyado en una notable red de colaboradores: desde apps de reparto hasta bancos, clínicas de salud mental, marcas de autos, supermercados, agencias de branding y comunicaciones, y más. Pero cada persona, desde su casa, puede aportar. La primera meta de donaciones de S/ 500 mil soles se consiguió también gracias al aporte de miles de peruanos. Toda cantidad va sumando. La organización ya está trabajando en la siguiente meta: reunir S/2 millones de soles que le permitirá llevar ayuda a 7500 familias y entregar kits de protección a personal de salud.

Es de resaltar la respuesta de gran parte del sector privado ante la emergencia. Su ayuda resultó invaluable y, en muchos casos, hizo la diferencia en el bienestar y la salud de la población. Cuando el Estado empezó a repatriar a los peruanos que habían quedado varados en otros países, muchos fueron los hoteles que respondieron, ofreciendo sus instalaciones para cuidar la salud de las familias de los que llegaban, con tarifas solidarias, siguiendo cuidadosos protocolos sanitarios, y dándoles el servicio que caracteriza a cada hotel.

Es el caso de la cadena Costa del Sol, que recibió a repatriados en sus hoteles de Lima Aeropuerto y Lima Salaverry, para que puedan hacer la cuarentena correspondiente antes de regresar a sus hogares, asegurándose de que la estadía fuera lo más placentera posible. Además de eso, costa del  puso a disposición del personal de EsSalud y del Ministerio de Salud sus habitaciones para que puedan cumplir con su labor, y eso de manera gratuita.

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El hotel Costa del Sol ofreció sus instalaciones para cuidar la salud de los peruanos repatriados.

Otra iniciativa que vale la pena compartir es la de Falabella, que quiso colaborar con la educación a distancia propuesta por el gobierno. Lanzó una iniciativa a través de su canal de YouTube, la plataforma #YoEstudioEnCasa, alineada al programa regional de Falabella Haciendo Escuela –que en el país tiene 24 años–, gracias a la cual escolares de primaria y secundaria pueden encontrar diversos temas educativos que complementan la estrategia de educación remota implementada por el Estado.

El canal de YouTube se divide por materias, y los videos educativos están pensados para cada etapa escolar, gracias al contenido de un reconocido grupo de Edutubers. Dentro de la plataforma, también se encuentra el contenido oficial del Ministerio de Educación: “Aprendo en casa”, para ayudar en los esfuerzos de que llegue a la mayor cantidad de estudiantes posible.

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Gracias a #YoEstudioEnCasa los escolares de primaria y secundaria pueden encontrar diversos temas educativos que complementan la estrategia de educación remota implementada por el Estado.